FUENTE: http://cafécolombiano.com/
Aunque Colombia es actualmente el tercer productor mundial de café, cada vez más tiene que acudir al grano extranjero para atender su consumo doméstico. Todo por cuenta del desplome que tuvo su cosecha en el 2009, la cual apenas llegó a los 7,8 millones de sacos, tras venir de 11 millones de sacos.Parte de ese faltante se está supliendo con importaciones, mientras se recupera la producción nacional afectada por problemas climáticos.Esas compras, aunque no son nuevas, en el 2009 alcanzaron los 770.000 sacos, cuando en promedio eran 400.000 sacos por año. Colombia consume unos 1,5 millones de sacos y exporta entre 8 millones y 10 millones de sacos.El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Luis Genaro Muñoz, explicó ayer que “lo de las importaciones ni es algo atípico, ni exclusivo de Colombia, ya que otros países productores lo hacen para satisfacer su demanda”.Recordó que el país importa café desde octubre de 2004, cuando Colombia autorizó las compras externas de otros orígenes: suaves y brasileros.Muñoz aclaró que la Federación no hace importaciones. Los permisos los otorgan la Dian y el ICA, éste último organismo para evitar el ingreso de grano con problemas fitosanitarios.Consumo de mezclasLas importaciones están siendo hechas por empresas tostadoras para hacer mezclas con las actuales variedades de cafés colombianos. Por eso hoy los hogares están preparando el tradicional tinto con mezclas de granos procedentes del Ecuador, Perú, Brasil, Guatemala y México.El presidente de la Asociación de Exportadores de Café, Asoexport, Jorge Lozano, dijo que “esas importaciones se justifican porque venimos de una cosecha mala en el 2009, que aún no se ha recuperado en el presente año”.En el primer trimestre del 2010 la cosecha de grano llegó a 1.292.000 sacos cuando en igual período del 2009 había sido de 2.509.000. El bajón fue de 717.000 sacos que se han venido supliendo de alguna manera con importaciones que alcanzan a la fecha los 180.000 sacos, según la Federación.Sin embargo, Pedro de Narváez, un comercializador de café, aseguró que “esas importaciones suman dos millones de sacos”, lo que dijo “es muy grave para el sector, debido al desabastecimiento de la industria nacional”.Pese a ello, Muñoz garantizó que la producción mejorará en abril y hacia finales del 2010 se espera llegar nuevamente a 10 millones u 11 millones de sacos. Sin embargo, Jorge Lozano señala que “eso aún no lo sabemos, y habrá que tener paciencia”.En sus propias palabras“El consumidor colombiano hoy tiene diferentes opciones. Puede tomar café Juan Valdez, 100% nacional, o puede escoger cafés que son mezclados”. Luis Genaro Muñoz, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros.“Aunque muchos colombianos no lo recuerdan, desde hace varios años se consumen acá cafés extranjeros, incluso bajo el llamado Plan Vallejo”. Jorge Lozano, presidente de la Asociación de Exportadores de Café.
Este jueves 15 de abril bajó de los US$ 2 y descendió así el ‘techo’ que tuvo el grano desde el 11 de enero de 2010.Para el día 18 del mismo mes, llegó hasta los 2,1453 dólares, que se tradujo, en el país, en buenas noticias para el sector cafetero. Según varios expertos del mercado cafetero no hay una razón específica por la merma en el precio. En general, se debe a factores exógenos a la ley de la oferta y la demanda del grano.“Por ejemplo, puede ser que los fondos de inversión tomaron posiciones en café, mientras que ayer lo pudieron hacer con otros commodities agrícolas o con metales o que se presentó una leve recuperación del dólar frente a otras monedas”, explicó Jorge Lozano, gerente de Asopexport, el gremio de los exportadores de café.Diariamente, en la Bolsa de Nueva York se transan de entre 5 y 10 millones de sacos de 60 kilos de café.
La escasez del grano colombiano en mercado mundial ha hecho necesario mantener las importaciones. Productores dicen que compras son de grano de segunda que viene de Perú, Guatemala y México.La dura caída de la producción de café en el país, que completa 15 meses consecutivos, ha llevado a importar un producto insignia nacional. Incluso, una empresa de la magnitud de la Nacional de Chocolates anunció que planea vender en el país café hecho con mezclas de granos importados, con la debida información a los consumidores.De acuerdo con las cifras reportadas por el Dane, en enero pasado, entraron al país 2.661 toneladas de café sin tostar y sin descafeinar, es decir, materia prima para su procesamiento y venta local.La cifra representa el 8,6 por ciento de la producción cafetera colombiana y el 8,1 por ciento de las exportaciones de ese mes, según el reporte de la Federación Nacional de Cafeteros (Federacafé). Para julio del 2009, según el Dane, se presentó la cifra más alta, con 6.873 toneladas de café importado, mientras la producción cafetera fue de 34.920 toneladas y las exportaciones de ese mes totalizaron 36.480.Peor aún, según Ernesto Garcés, uno de los mayores caficultores del país, esos embarques ni siquiera son de cafés de buena calidad; por el contrario, se trata de ‘pasillas’ o segundas y terceras que quedan del proceso de escoger los granos tipo exportación.Según Garcés, los embarques proceden de Perú, Guatemala y México y asegura que esta práctica comercial la están haciendo todas las empresas productoras de café, que no son ilegales, pero sí desleales con los productores locales, quienes han visto una merma en el precio de compra de las pasillas y, así, han sufrido la caída de sus ingresos.Para Jorge Lozano, presidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Café (Asoexport), tradicionalmente Colombia ha importado café para abastecer el consumo local, mientras que se exporta el de calidad, producido en el país. Además, no consideró nociva esta práctica comercial sino, por el contrario, necesaria, más en esta época de marcada escasez del grano.Un exportador privado de café que prefirió omitir su nombre, dejó claro que ese café importado es, exclusivamente, para el mercado interno y en ningún caso se reexporta, pues no cumple con los estándares de calidad establecidos para los suaves colombianos.Los especialistas consultados también coincidieron en que se mantiene el respeto al consumidor de que el sello ‘100% Café de Colombia’ es lo que dice ser y prueba de ello es el precio que se nota en los estantes de los supermercados o con los productos, por ejemplo, de la marca Juan Valdez.También, coinciden en que -en general- por tratarse de un mercado globalizado, donde se imponen las leyes de la oferta y la demanda, en la medida en que el precio externo y las primas se mantengan altas, será más rentable exportar el café que dejarlo para consumo interno; pensar al contrario, sería poner el producto a un precio poco asequible para los consumidores colombianos.‘Lo nocivo es no abastecer el mercado local’: EmpresariosSobre el tema de la importación de café, el presidente del Grupo Nacional de Chocolates, Carlos Enrique Pidrahita explicó recientemente que si bien desde hace un tiempo en Colombia ya se importa el grano, la compañía lo ha mantenido cien por ciento colombiano. Sin embargo, anunció que el Grupo va a desarrollar cafés de mezclas de otros orígenes con nuevas marcas y plenamente identificados.A su juicio, no hay razón para negarle al consumidor que hacia adelante tenga acceso a estos productos. El año pasado las ventas totales de la Compañía en el negocio de café ascendieron a 642.818 millones de pesos, de los cuales 430.416 correspondieron al mercado nacional con un crecimiento del 12 por ciento. Tiene la marca Colcafé y la premium Matiz.Por su parte, José Luis Fonseca, gerente de Toscafé (OMA), lo nocivo del tema es no abastecer el mercado local porque no hay café en Colombia. “Es una medida de fuerza y no hay alternativa”, explicó.Por último, el empresario consideró como graves que no haya suficiente café en Colombia para satisfacer los mercados (exportaciones y local).
El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Luis Genaro Muñoz, dio una entrevista en respuesta a sus críticos.¿Qué está pasando con la producción cafetera?La dramática caída de la producción cafetera en 2009 tiene su explicación en la ocurrencia simultánea de circunstancias excepcionales: unos niveles de lluvia en las zonas cafeteras superiores hasta en 150 por ciento al promedio histórico y la menor aplicación de fertilizantes debido al aumento del precio del petróleo.Durante el primer trimestre de 2010 se ha recolectado la cosecha de café producto de las floraciones que brotaron hasta agosto de 2009 y las cuales se vieron afectadas por el implacable invierno del año pasado.¿Qué viene?Para lo que resta del año, esperamos un incremento en la producción cafetera del primer semestre hasta 4,5 millones de sacos y una producción anual total cercana a los 11 millones de sacos. El fundamento de nuestro optimismo se encuentra en el excelente comportamiento del clima y el aumento del 40 por ciento en la fertilización.No debemos olvidar que las mejores cosechas de la historia cafetera en Colombia, se han presentado en los años de ocurrencia del Fenómeno de El Niño.¿Qué ha sucedido con la roya?En la actualidad existen todavía 75.000 hectáreas sembradas en zonas marginales no aptas para el cultivo del café, las cuales fueron afectadas considerablemente el año pasado por la roya y que no han sido convertidas a las variedades Colombia y Castillo desarrolladas por Cenicafé resistentes a esta enfermedad.Para hacer frente a esta problemática ofrecimos con Fertifuturo, descuentos para la compra de fertilizantes, al igual que, a través del programa de renovación de cafetales, créditos en condiciones favorables para renovar con variedades resistentes esos cafetales.¿Y la broca?Tengo que decir que el país ha aprendido a manejar esta plaga a través de prácticas culturales como el Re-Re que requiere de la recolección de los granos maduros, sobre-maduros y secos que se encuentran tanto en el árbol, como en el piso. Esto lo convierte en una actividad dispendiosa, que es realizada principalmente y con rigor por los pequeños caficultores propietarios de cultivos.Prueba de ello son los registros de Almacafé, en los que hay departamentos con niveles de infestación del 15 por ciento y otros con broca del 2 por ciento.¿Es cierto que la Federación tuvo grandes pérdidas por incumplir contratos de exportación en 2009?La Federación no incumplió ningún contrato de exportación en 2009. Los compromisos de café que tuvieron algún retraso en su entrega durante los primeros meses de 2009 se cumplieron a cabalidad.Obviamente, el año pasado la escasez de café en Colombia afectó a todo el sector exportador. Por fortuna, con un gran esfuerzo tanto de los exportadores privados, como del Fondo Nacional del Café pudimos honrar los compromisos internacionales a costa en muchas oportunidades, de los márgenes normales del negocio.¿Hubo importaciones de café para hacer pasar ese grano como colombiano y venderlo en el exterior?Eso es imposible por cuanto la norma obliga que el café que ingresa a Colombia con destino a la industria tostadora debe cumplir con protocolos fitosanitarios, que exigen un grado de tostión para lograr la humedad mínima admitida.Esto lo convierte en café desnaturalizado, no susceptible de ser exportado como café verde, por cuanto las almendras cambian de color. Adicionalmente, la industria colombiana es muy seria y si eso sucediera, los controles de calidad efectuados en puerto no permitirían que este café saliera del país. Hacer este tipo de afirmaciones, es un acto irresponsable que pone en peligro la credibilidad de Colombia como un proveedor serio de café.¿Cuál es la causa de estas importaciones?Primero que todo debo aclarar que las importaciones de café no son controladas por la Federación de Cafeteros y la libertad de hacerlas constituye parte de los acuerdos comerciales del país. La industria tostadora colombiana las realiza para proveerse de materias primas de menor precio, porque no pueden trasladar la realidad del precio internacional de nuestro café al consumidor colombiano.Obligar a los caficultores colombianos a vender su café a mitad de precio, sería una injusticia por la búsqueda de subsidios al consumidor nacional. Como representante de los caficultores veo con mucho agrado que los productores vendan su café a dos dólares en el exterior y no a mitad de precio como lo necesitan los tostadores nacionales.¿Cuál es la situación del mercado internacional?El mercado hasta finales de la década del 90 era un mercado sobre-ofertado. A partir de 2002, la demanda por café es mayor que la oferta. Esta situación se debe principalmente al crecimiento estable y sostenido del consumo, que ocasionará que el mercado cafetero mundial enfrente durante el año cafetero 2009/10, que culmina en septiembre próximo, un déficit de 6,3 millones de sacos.La prima que hoy se paga por el café colombiano es muy alta. ¿No existe el peligro que el precio se descuelgue si sube la producción?Para contestar esta pregunta es necesario analizar el comportamiento del mercado de los cafés suaves, segmento en el que se encuentra la producción de Colombia, Centroamérica y países africanos como Kenia, Tanzania, Etiopía y Burundi.Ninguno de ellos, a excepción de Colombia, tiene capacidad para aumentar sus exportaciones. Lo que quiero decir, es que aunque Colombia recupere su nivel pleno de producción durante el segundo semestre, el mercado tiene suficiente espacio para absorber este incremento, puesto que además los inventarios en origen, de los tostadores y la bolsa son muy bajos. Esto nos hace pensar que la prima de Colombia no caerá abruptamente.¿Cómo recuperar el mercado perdido internacionalmente?Los clientes fieles al origen, como pueden ser aquellos que participan en el programa 100 por ciento Café de Colombia y aquellos que tienen productos y programas asociados a Colombia, siguen adelante.Nuestra prioridad actual es concentrar todos los esfuerzos en satisfacer la demanda que existe de café de Colombia, para recuperar nuestra participación en el negocio de cada uno de los clientes. Esto es así debido a la baja disponibilidad coyuntural de otros cafés parecidos al colombiano, razón por la cual sentimos que los tostadores acudirán nuevamente a Colombia, como único país productor que ofrece café fresco y en cantidades importantes durante todo el año.¿Tiene el Fondo Nacional del Café la capacidad de aumentar sus inventarios?La construcción de inventarios estratégicos no es un tema de la coyuntura dado que cada grano que Colombia produzca es requerido por el mercado internacional.¿Deberían estar bravos los productores nacionales?Aunque los productores han sufrido también por la disminución de su cosecha en el pasado reciente, hoy miran su negocio y sus cafetales con optimismo y sienten que comenzamos a dar la vuelta a la página. Las excelentes florescencias, el estado de los cafetales, los descuentos ofrecidos por Fertifuturo para la adquisición de abonos, la demanda de crédito y el optimismo sobre la cosecha sobre el segundo semestre, hacen prever que 2010 será el año de recuperación de la caficultura colombiana.¿Y los exportadores privados?El año pasado fue muy difícil tanto para los exportadores privados, como para la Federación. Por fortuna el sector exportador privado está conformado por compañías nacionales y multinacionales, vinculadas a nuestro país por décadas, y que conocen muy bien el mercado. Nosotros tenemos la responsabilidad de la garantía de compra que desarrollamos a través de más de 500 puntos de compra, que consiste en asegurar al productor más alejado la adquisición de su café a un precio de mercado.De los 7,8 millones de sacos que produjo Colombia el año pasado, solo 5 millones estuvieron disponibles para la exportación de café verde no diferenciado, ya que el resto fue utilizado por la industria nacional o comercializado como cafés especiales con precios mayores al café estándar colombiano.Por tanto la masa disponible para el sector exportador ha disminuido, lo que explica aún más porque el negocio ha estado difícil.¿Por qué le están dando tanto palo?Son muchos los intereses particulares de terceros que promueven debates contra la Federación. Y esta no será la primera, ni la última vez que esto sucede. La dirigencia cafetera está tranquila del cumplimiento de la misión de la institución, que es llevar el mayor bienestar a 527.000 familias cafeteras, de las cuales 510.000 tienen menos de 5 hectáreas. Se trata de campesinos que viven en su finca y la trabajan desde el amanecer hasta el atardecer.Por eso, nuestro mandato de maximización del ingreso del caficultor, muchas veces riñe con los intereses económicos de muchos de los dueños del garrote. No obstante, creo que el país exige resultados. Lo que usted denomina palo en mi contra, lo interpreto como la suma de inquietudes del país, frente al futuro de una actividad que constituye un capital social estratégico para el campo colombiano. Como estamos avanzando, entiendo los ladridos.Se habla mucho de las inversiones de la Federación, como la Flota Mercante y el Banco Cafetero, etc. ¿Usted qué piensa de esto?Yo la verdad no me ocupo de esos temas. La flota se acabó hace 18 años, el Banco dejó de ser del gremio hace 11. Mi labor ahora se concentra en asegurar el futuro de 527.000 familias productoras de café.
En ese mes cayeron 41 y 38 por ciento, respectivamente, en comparación con el mismo mes del año pasado. De esta manera, en enero se produjeron 515.000 sacos de 60 kilos.Dicho comportamiento, explicó la Federación Nacional de Cafeteros, es efecto del invierno del primer semestre del año pasado y a la baja fertilización que hicieron los productores a sus cultivos.En cuanto a las exportaciones, de acuerdo con los registros de exportación, en enero las ventas de café de Colombia fueron de 536.000 sacos de 60 kilos. En el año completo, es decir, febrero de 2009 a enero de 2010, las exportaciones de café fueron de 7,56 millones de sacos.El gerente de la Federación, Luis Genaro Muñoz, aclaró que durante este primer semestre la producción cafetera colombiana, a pesar de que se reactivará, sus índices serán bajos. Para el segundo semestre, espera que mejore de forma ostensible.Vale la pena aclarar que durante los primeros seis meses del año la producción cafetera totaliza el 45 por ciento, y la del segundo, el 55 por ciento.Con respecto al problema de fertilización surgido en el 2009 que limitó la producción, Muñoz aclaró que el tema está superado; “a 31 de diciembre pasado se reportaron 370.000 hectáreas a las que se aplicaron los fertilizantes necesarios”.Otro de los aspectos que preocupa hoy al dirigente gremial, al igual que a varios exportadores privados consultados es el comportamiento del clima, pues se esperan lluvias para finales de marzo y comienzos de abril. Esta nueva temporada lluviosa, de resultar óptima para los cafetos, reflejará las buenas floraciones reportadas durante los dos primeros meses de este año.
Café tocó los 2 dólares por libra, uno de los índices de precios más altos logrados en el 2009. El producto sigue sosteniéndose y ese precio no se veía desde mayo, cuando en promedio fue de 2,07 dólares por libra.En general, los precios altos del grano en el mercado mundial han sido presionados, de forma indirecta por Colombia, pues las exportaciones del 2009 serán menores en tres millones de sacos, al pasar de 11,5 millones en el 2008 a 8,1 millones de sacos de 60 kilos, muy por debajo del estimativo inicial de 12 millones de sacos.Por su parte, los productores nacionales también han tenido buenas noticias, pues entre el primero de diciembre y ayer martes 5 de enero el precio interno de compra del saco de café de 125 kilos tipo exportación registró en Armenia un alza de 70.000 pesos, al pasar de 620.500 pesos a 690.500.Durante el mes pasado llegó a pagarse a más de 700.000 pesos en varios de los 15 departamentos cafeteros, según el reporte de la Federacafé.Ahora, las expectativa para los años civil (enero-diciembre) y cafetero (que cierre al 30 de septiembre) son las mejores, pues se espera que se normalice la producción cafetera con la entrada de nuevas áreas renovadas, de las que se estima una mejor producción y productividad.Esto, de forma directa, hará que sigan pagándose las mejores primas por la calidad del café colombiano y se recupere el mercado mundial del grano.Otra de las expectativas de los cafeteros, que es imposible controlar, es la devaluación del peso colombiano frente al dólar estadounidense. Por ejemplo, en el último mes ha pasado de 1.998,45 pesos por dólar, a 1.992,50, aunque ha llegado a topes de 2.054 pesos (21 de diciembre).
Wbéimar Lasso Bolaños, de 28 años, se toma 12 tazas de café cuando está trabajando. El joven dice que el secreto es que sabe cómo es el proceso del cultivo del grano. Competirá en mayo en Londres.El buen olfato y el gusto afinado llevaron a Wbéimar Lasso Bolaños, un pequeño caficultor de Nariño, a coronarse como el primer campeón nacional de catadores de café, por encima de 46 degustadores y expertos de todo el país.Lasso Bolaños, que recibió la distinción en Ibagué hace dos semanas, reconoce que los nariñenses no son catalogados como buenos catadores pero dice que él es la excepción por los conocimientos que tiene del grano.“Una persona normal podría hacer este tipo de pruebas pero, tal vez, no encontraría ninguna diferencia en los cafés; entonces, el nivel de dificultad es bastante alto”, señala el nariñense.Para ser un buen catador de café, según Lasso Bolaños, se necesita, ante todo, una buena preparación.“Yo también soy un productor pero, a mí me ha servido mucho la formación profesional. Estoy terminando mis estudios universitarios y todo ese soporte académico que tengo me ha valido muchísimo en mi desempeño como catador”, advierte.Tiene 28 años y estudia en la facultad de ingeniería agroindustrial de la Universidad de Nariño. Quien lo inició en el aroma del café fue su propio padre, Marco Aurelio Lasso, un caficultor de la vereda Buenos Aires, municipio de San Pedro de Cartago.“El tema de la cata de café en nuestro departamento es relativamente nuevo; los pequeños cultivadores sólo contamos con un laboratorio hace tres años y eso nos ha abierto muchas puertas en cuanto al mercado y a la formación”, cuenta Lasso Bolaños.Este catador se toma dos tazas de café diarios bien cargados. El primero, a las 7 de la mañana, y el segundo entre las 2 y las 3 de la tarde. Cuando le toca trabajar como catador tiene que probar entre 10 y 12 tazas al día.“Lo podemos hacer a la carrera pero, no es aconsejable. Debo saber qué le estoy recomendando a un productor, puedo determinar qué le falta o qué le sobra a ese café, por eso hay que hacerlo de una manera muy responsable”, explica Lasso.Ahora, tiene cifradas sus esperanzas en el Campeonato Mundial de Catadores de Café, que se realizará en Londres en mayo del 2010. La tarea no es sencilla: tendrá que representar al país que tiene el café más suave del mundo.
Wbeimar Lasso Bolaños se coronó el pasado fin de semana como el Campeón Nacional de Catación, durante la II Feria Internacional de Cafés Especiales (ExpoEspeciales) 2009, realizada en la capital del Tolima.Además del reconocimiento local del gremio cafeteros, también lo obtuvo de los jurados internacionales, tres millones de pesos en efectivo y, como premio ‘mayor’, representará a Colombia en el World Cup Master Championship, que se realizará en Londres el próximo año.El certamen, avalado por la Federación Nacional de Cafeteros, fue organizado (técnicamente) por el noruego Alf Kramer, del Coffee Quality Institute (CQI) y organizador del Campeonato Mundial de Catadores desde el 2004; la estadounidense Kelly Peltier también de CQI e instructora de entrenamientos; y el colombiano Nicolás Rodríguez, director técnico de la Asociación Colombiana de Cafés Especiales e instructor de entrenamientos para catadores de café.Al concurso se inscribieron 42 participantes de todo el país, pertenecientes a todos los eslabones de la cadena de producción y comercialización del café, quienes se sometieron a duras pruebas de catación de cafés.Los organizadores dijeron que, con este campeonato se busca exaltar la gran labor de los catadores de café colombiano y darles el mismo estatus y credibilidad de los catadores de vinos. Igualmente, se busca estimular el interés por la catación de café, mediante una entretenida, rápida, justa y amigable competencia.El ganador es ingeniero agroindustrial, tiene 28 años y es oriundo de San Pedro de Cartago (Nariño), mientras que su familia está dedicada a la caficultura en ese departamento. En la contienda le acompañaron otros 41 participantes de todo el país, entre ellos, productores, catadores de empresas importadoras y exportadoras, la Federación Nacional de Cafeteros, los comités y las cooperativas de cultivadores del grano. David Molina Gómez, de Caldas (Antioquia) ocupó el segundo lugar, Cristina Garcés, el tercero, y Eliécer Pinzón, el cuarto.
El precio internacional del grano saltó a 2,11 USD ayer 12 de mayo. El gremio modificará esquema de precio interno. Este precio fue divulgado por la Organización Internacional del Café (OIC) y, paradójicamente preocupa a las instituciones cafeteras nacionales.De acuerdo con la OIC, el precio de referencia para el 12 de mayo, que se divulga hoy es de 211,32 centavos de dólar por libra de arábicos suaves colombianos. Pero en Nueva York, el precio incluso ya llegó a 226,25 centavos por libra.El precio de referencia es un promedio entre el mercado de Nueva York y Alemania. En este país, la libra llegó a 199,58 centavos. Estos precios son los más altos desde 1997.La preocupación de la misma OIC y de exportadores consultados radica en que el café colombiano viene subiendo sencillamente porque no hay oferta suficiente luego del invierno del año pasado.Mientras suben los precios, para responder por los compromisos se tendría que responder con café de menor calidad mientras que los productores de la bebida con cafés mezclados remplazarían el colombiano por otros.El Gobierno y la Federación Nacional de Cafeteros definirán hoy una estrategia para tratar de aprovechar al máximo los altos precios que registra el grano en el mercado internacional, a pesar de la baja producción que reporta el país.El ministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga, anticipó que habrá medidas para que las 500.000 familias cultivadoras puedan beneficiarse del buen momento de los precios. Por ello, dijo, se anunciará la aplicación de un nuevo sistema de valoración y determinación del precio interno del grano. Se trata de un esquema aprobado por el Comité Nacional de Cafeteros que incentiva la calidad del grano y busca mejorar el ingreso de los productores.El momento excepcional de los precios se ha convertido en toda una paradoja para el sector, pues no hay suficiente café para vender.Jorge Lozano, presidente de la Asociación de Exportadores Privados de Café, Asoexport, dijo que “hay angustia en el gremio”, pues no se tiene suficiente producto para atender los despachos.“El caficultor tiene que estar contento porque le están compensando la falta de producción con un precio muy bueno. Desafortunadamente no tiene mucho que vender y esa es nuestra angustia”, admitió el dirigente. Indicó que a pesar de los buenos precios la perspectiva de una bonanza no se ve por ninguna parte, porque sencillamente no hay grano disponible. “Es una situación muy desagradable para el tostador. Él tiene por necesidad que comprar café colombiano y por los altos precios no le gusta ni cinco. Y va a buscar que eso no le vuelva a suceder”, subrayó. “Tenemos un cliente que está buscando alternativas. Eso no le conviene a la caficultura colombiana”, agregó el Presidente de Asoexport.Menor producciónLozano explicó que se prevé que entre julio de 2008 y junio próximo, la producción cafetera caiga 2,5 millones de sacos frente al período anterior. Se trata de una “cifra muy importante”, agregó, de cara a una producción de 11,5 millones de sacos calculada para todo el año.El dirigente reveló incluso que aunque aún no se han entregado las cifras de producción de abril pasado, “la baja fue sustantiva porque los registros de café para exportar se situaron en cerca de 450.000 sacos, unos 200.000 menos que lo normal”.Según la Federación Nacional de Cafeteros, la producción colombiana cayó un 30% el primer bimestre de 2009 frente a igual período del año pasado, en tanto que las exportaciones disminuyeron en 20%.De acuerdo con el reporte, la caída obedeció a “la menor producción del grano, fruto de la renovación de cafetales, los efectos de la menor fertilización y el invierno de los últimos meses del 2008”.Entre tanto, la escalada del precio internacional del café es atribuida por analistas económicos a un fenómeno de especulación en el mercado. En efecto, los inversionistas temen que este año habrá una rebaja sustancial en la oferta de grandes países productores, como Brasil, y han comenzado a apostarle a unos precios altos en el futuro, por lo que la cotización comenzó a escalar. En Brasil la producción caerá unos seis millones de sacos este año, según los estimativos del Gobierno de ese país.
El consumo global de café no debería sufrir sustancialmente a causa de la crisis en la economía mundial, que sí podría tener cierto impacto en ciertas gamas especiales de café, afirmó este miércoles 8 de abril el director ejecutivo de la Organización Internacional del Café, OIC, Néstor Osorio.En cambio, en mercados donde el consumo de café no es un hábito suficientemente anclado, como en los países emergentes, sí podría experimentarse “algún tipo de reducción” en la demanda, admitió.Osorio indicó que los análisis apuntan a que la demanda -cuyo ritmo de crecimiento es del 2,5% anual- mantendrá su actual dinamismo y una tendencia al alza.“Cada año se consumen dos millones extras de sacos de café y nos estamos acercando a 130 millones de sacos anuales a nivel mundial”, explicó en una reunión sobre materias primas organizada por la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo, Unctad, en Ginebra.El responsable de la OIC adelantó que este año se registrará un déficit en la producción como consecuencia del característico ciclo bianual del café brasileño, por el que cosechas elevadas son inmediatamente seguidas de producciones bajas.Anotó que el déficit mundial podría estar alrededor del 10%, a lo que se sumará una situación inédita: los productores no tiene suficientes reservas.Para ilustrar la importancia de este último factor, Osorio relató que “Brasil tenía hace 30 años reservas equivalentes al 25% del consumo mundial, pero ahora no tiene nada, y lo mismo pasa en el resto de países productores”.“En conclusión, una producción mundial de 125 millones de sacos de café, un consumo de 130 millones y sólo 20 millones en los inventarios de los importadores implica que el equilibrio entre la oferta y la demanda es muy precario”, sostuvo.En estas condiciones, “cualquier incidente, como heladas en Brasil o una fuerte sequía aquí o allá podría estrangular al mercado y los precios del café se dispararían”.En su intervención en la reunión de la Unctad, Osorio afirmó que otro “desafío” que probablemente enfrentará la actividad cafetera tendrá que ver con la disyuntiva entre “alimentos o energía”.Es decir, el uso de la tierra para sembrar cultivos para los biocombustibles.“Aquí veo una situación difícil en términos de sostenibilidad para productos como el café o el cacao”, dijo, para explicar enseguida que existe “la posibilidad de que áreas donde ahora se planta café sean reemplazadas por cultivos que van para los alimentos o la energía”.Se trata de una “amenaza real” que implica sobre todo a Brasil y África, donde el café se cultiva en superficies llanas y puede ser un poco menos rentable.Brasil es actualmente el primer productor mundial de café y representa el 36 por ciento del mercado y Colombia cuenta con el 8 por ciento, mientras que el resto de América Latina tiene una cuota de mercado del 19 por ciento.Por el lado del consumo, Europa cuenta por el 38 por ciento, Norteamérica por el 22 y América central y del sur por el 23 por ciento.El valor mundial de las exportaciones de café fue de 15.200 millones de dólares en 2008, mientras que el valor de este mercado -es decir si se suma lo que cuestan todas las tazas de café que se beben en un año- es de 90.000 millones.
Compras a futuros
# A raíz de los altos precios que registra el café en Nueva York, el presidente Álvaro Uribe propuso fomentar las compras futuras del grano, en especial a octubre.# Tal esquema, anotó, permitiría a los productores una mayor recuperación, y por ende un aprovechamiento de las altas cotizaciones, en favor de la reactivación económica.
martes, 18 de mayo de 2010
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